Por fin (Ícaro/ED Wu & Leo/Dollshe Saint)

La verdad es que no fue difícil conocerle. Era un asistente asiduo a las fiestas, a las discotecas y a los cuartos oscuros. En realidad es un entorno realmente pequeño.

Lo que ya no parecía tan fácil era llegar a entablar una amistad de verdad con el gallo más vanidoso del corral. Y sin embargo, yo lo conseguí. Aún no sé muy bien cómo.

Tuvimos nuestros más y nuestros menos. El tiempo pasaba. Llegó a escucharme paciente todas mis penas (me puse realmente pesado cuando me hacía tilín mi jefe). Compartíamos nuestras alegrías y penas, hacíamos cosas juntos…

Sería injusto decir ahora que lo que más me costó fue admitir mis sentimientos. No. Lo verdaderamente extraordinario fue descubrir que, de algún modo, estaba siendo correspondido.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El tren que va a Baden-Wurtemberg (Herbert - IOS Hiro)

Un amor verdadero... es un amor para siempre