El Stradivarius de Holmes



Observo haber aludido [...] a su aptitud para el violín. Era ésta notable, aunque no menos peregrina que todas las restantes. Que podía ejecutar piezas musicales, y de las difíciles, lo sabía de sobra, ya que a petición mía había reproducido las notas de algunos lieder de Mendelssohn y otras composiciones de mi elección. Cuando se dejaba llevar de su gusto, rara vez arrancaba sin embargo a su instrumento música o aires reconocibles. Recostado en su butaca durante toda una tarde, cerraba los ojos y con ademán descuidado arañaba las cuerdas del violín, colocado de través sobre una de sus rodillas.

Estudio en escarlata




Comentarios

Entradas populares de este blog

El tren que va a Baden-Wurtemberg (Herbert - IOS Hiro)

Un amor verdadero... es un amor para siempre