Lond
- Diario de a bordo. Partimos hacia Lond con un cargamento de… químicos y armamento bastante anticuado. Supongo que… planean matarse de forma… pesada y ruidosa. En cualquier caso eso no es problema nuestro. Algo más de nuestra incumbencia es el hecho de que sean las propias fuerzas armadas de Lond las que bloquean el planeta. No tiene demasiado sentido un planeta que se bloquea a sí mismo… y no tenemos ningún indicio de que se trate de una guerra civil. En cualquier caso, no se trata de un obstáculo importante… podremos sortearlo sin mucho problema, dejar la carta y volver al espacio sin ser vistos. Pan comido.
- Nos aproximamos al sistema β-4 a una velocidad de…
- Azafrán, tenemos un problema.
- ¿Problema de que tipo?
- No hay dinero.
- ¿Qué? ¿Cómo que no hay dinero?
- Llevo un rato mirándolo. Lo he
confirmado una y otra vez: los fondos con los que nuestro contacto contaba, no
existen. De hecho, parece ser que la gente que nos contrató está endeudada con
el banco. No hay dinero.
- Su puta madre. - Azafrán guarda
silencio y detiene la grabación del diario de a bordo. Una pifia más grabada en
la caja negra del Flying Mariposita. Rischa la mira sin parpadear, preocupado.
- ¿Qué… que vamos a hacer? Quiero
decir… deberíamos abortar la misión, ¿no? Dar media vuelta y vender la carga a
quien la quiera. Así al menos recuperaremos algo…
- Ni hablar. Las… drogas esas quizás
las quisiese alguien. Pero las armas… ya nadie se mata con eso. Y, a precio de
fundición, no nos daría ni para cenar los dos en un restaurante de mediana
categoría. No, claro que no… yo te diré lo que vamos a hacer. Vamos a contactar
con ese planetucho y vamos a hacer presión. Si quieren su maldita mercancía
buscarán la forma de pagarnos.
- ¿Y cómo vas a hablar con ellos?
Las conexiones están bloqueadas, están totalmente incomunicados…
- Bajaremos. Entraremos en su
maldita atmósfera y seguramente desde allí podamos hablar. Si hay gente abajo, fijo
que tienen alguna forma de comunicación, aunque sea un sistema de radio básico.
Lo captaremos y nos pondremos en contacto. Si no funciona… joder, pienso volar
tan cerca del suelo como sea necesario.
- Está bien… ¡pues adelante! –
Rischa cierra el arnés sobre su pecho y
se asegura de que esté firme. Las maniobras de evasión que se requieren
para burlar un bloqueo suelen ser… moviditas.
Una vez en la atmósfera de Lond,
Azafrán no tarda en encontrar e interceptar una retransmisión procedente del
punto donde se debería entregar la carga.
- Transbordador Flying Mariposita
a tierra… ¿me reciben?
Una mujer joven aparece en la
pantalla contestando a la llamada. Se trata de una imagen borrosa, desgarrada
por las interferencias, pero no es difícil distinguir que no es humana. Cuernos
es espiral, piel azulada… seguramente una tiin. Una muy alejada de su hogar.
- Tengo malas… no, pésimas
noticias - prosigue la pelirroja -. Sus coleguillas exiliados nos han dejado
colgados. Aceptamos el trabajo por cinco mil guineas. ¿Y sabe cuántas tenemos?
¡Cero! Incluso con la formación matemática más básica puede uno deducir lo
inmensamente cabreados que estamos.
- Le pido disculpas y le doy mi
palabra de que encontraremos la forma de compensarles. Pero por favor, se lo
ruego: sobre todo no se vayan. La carga que llevan es de vital importancia para
nosotros. Haremos lo que sea necesario para que se sientan bien pagados por su
viaje. Dennos algo de tiempo para reunir lo que tengamos de valor, seguro que
podremos llegar a un acuerdo. Manténganse en el aire, no tomen tierra, es
demasiado peligroso. Cambio y corto.
Azafrán cuelga, impaciente pero
satisfecha. Un rato más volando, no hay problema en trazar unos pocos círculos
sobre la superficie de Lond. Si tan vital les resulta el cargamento,
encontrarán algo de valor para el cambio. Claro que lo harán. Es cuestión de
minutos que una comunicación entrante zumbe en el cuadro de mandos.
Un palé lleno de lo que prometen
ser objetos valorados en tres mil guineas o más, cargado sobre una pequeña
lanzadera pilotada por un androide. La única condición: desinfectarlo todo
antes de dejarlo entrar a la nave. Una petición un poco extraña, sí, pero
bastante práctica. Si el tratamiento purificador fuese una práctica habitual
con las mercancías, se hubiesen ahorrado aquella horrible invasión de polillas
marquisa.
- Verás, no sé de qué coño va
esto o quiénes sois tú y tu gente, pero… ¿Oro? ¿Joyas milenarias? ¿Obras de
arte? Suena como si fuese parte del Tesoro Nacional de Lond. Y eso no es
vuestro, no es algo que podamos tomar así, sin más…
- Todo lo que les hemos mandado
sumaría una cuantiosa suma en el mercado negro.
- ¡Pero NO-ES-VUESTRO! ¿Y qué
demonios es eso de llevarnos a la hojalata?
- Sólo necesitamos que la saquen
de Lond. Da igual adónde vayan, ella podrá seguir por su cuenta. Tiene un
mensaje importante que llevar.
- No quiero llevarla, no quiero
vuestras alhajas…
- ¡Es todo cuanto tenemos!
Además, no condenarían miles de vidas por una cuestión de dinero, ¿verdad?
Esta gente es inocente y… están totalmente desamparados.
- ¡No me gusta ni un pelo! Ni la
hojalata polizona ni el pago en material robado. No podéis pagarnos con algo
que no os pertenece. ¿Porque sabes qué? Algún día su legítimo dueño vendrá a
patearnos el culo para recuperar algo que nosotros ni siquiera le robamos. ¡Y
no me apetece!
- ¿A quién pertenece el Tesoro
Nacional más que a su pueblo? Tenga en cuenta que… están aquí en una (más que
justificada y eternamente agradecible) operación de contrabando. Por favor,
tomen lo que se les ofrece.
- ¡Lo que se me ofrece es
transportar en mi nave mercancía ilegal!
- Le pido… no, le suplico que
reconsidere su posición. Nuestra situación es absolutamente extrema y
desesperada. Siempre ha sido y será nuestra última opción, pero si nos vemos
obligados recurriremos a una posición ofensiva.
- ¿En serio? Y dime… ¿todas las
armas que tenéis ahí son antediluvianas, como las antiguallas que llevo en la
bodega? Porque si es así…
- Tenemos cañones láser X-200045
apuntando directamente a su cafetera voladora. Tienen gran precisión sobre
objetivos móviles. Y si nuestro ataque falla, daremos aviso a las fuerzas
armadas que bloquean el planeta. Cazas potentes equipados con misiles de última
generación. Si escapan a nosotros, ellos no les dejarán salir con vida de aquí.
Azafrán corta la comunicación,
pasándose las manos por la cara en gesto consternado.
- Aza, deberíamos considerar su
oferta. Todas estas… cosas. ¡Las podemos vender! No habrá mucho problema en…
- ¡Cafetera voladora! ¿Pero es
que no lo has oído? ¡Ha llamado CAFETERA VOLADORA al Flying Mariposita! Es
increíble, cómo puede alguien…
- Aza, no es momento para
sentirte ofendida por el transbordador - Rischa coge el comunicador y lo abre
-. Aceptamos su oferta. Repito, oferta aceptada. Nos quedaremos con el
cargamento a cambio de entregar la mercancía y nos llevaremos a la… robota
blanca.
- Una sabia decisión que les
agradezco de todo corazón en nombre de Lond. Volveré a llamarles cuando el
cargamento esté en tierra. Su ayuda es, en estos momentos difíciles, el único
apoyo con el que contamos. Su gesto humanitario quedará para siempre en
nuestros corazones.
La comunicación se corta y por
unos instantes, el silencio inunda la sala de mandos del transbordador.
- Qué gesto humanitario ni qué…
pollas en vinagre. Menuda chiflada. Vamos a llevar a la hojalata a Mysydy.
Quiero oír qué coño es eso tan importantes que tiene que decirles. No me gusta
que me amenacen, no me gusta que me insulten, ni me gusta todo este maldito
secretismo que hay aquí - acciona un par de botones mientras retoma el control
manual de la dirección -. Liberamos la carga. Volvemos al espacio. Rumbo a
Mysydy.
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